El maltrato infantil se ha convertido en un problema de salud pública mundial. Con la llegada de la pandemia, el confinamiento en los hogares, la ausencia de lugares de esparcimiento, así como la convivencia forzada entre los integrantes de la familia, los números de casos de violencia ejercida dentro de los hogares se incrementó.
Para afrontarlo en el terreno de la atención y la rehabilitación de las víctimas como sociedad debemos de trabajar en la prevención y en la promoción del buen trato, realizando estrategias dentro de la familia, la escuela y la sociedad en el artículo de Posada-Díaz, Crianza humanizada: una estrategia para prevenir el maltrato infantil del Instituto Nacional de Pediatría, mencionan la importancia de la crianza humanizada para el desarrollo de la atención primaria en el marco de la cultura del buen trato, pues esta genera respeto a los derechos de la niñez y la adolescencia, creando un proceso social capaz de asegurar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes, ayudando a la construcción y reconstrucción de la autoestima y con ello, el fomento de la resiliencia, así como, la autonomía, la creatividad, la felicidad y la salud, elementos indispensables para tener niños y adolescentes sanos y felices.
Ayudando a esto se encuentra la resiliencia pues independientemente de que los niños, niñas y adolescentes estén sometidos a situaciones adversas extremas la resiliencia les ayudará a generar la capacidad de resistencia a la destrucción en situaciones adversas y a la capacidad de construcción generando sentimientos de lucha y no de derrota.
Los estudios sobre resiliencia indican claramente que este concepto, que a la vez es una herramienta para la acción, es una capacidad universal que puede ser tejida, fomentada y vigorizada en la relación de crianza en los distintos escenarios en los que tiene lugar: la familia, que es el principal, generador de esta así mismo también se encuentra la escuela y la sociedad.
Aquí te dejamos algunas pautas de crianza resilientes que te ayudarán a eliminar modelos de crianza autoritarios y/o violentos.
• Los adultos deben ser dignos de imitar por los niños, niñas y adolescentes, el ejemplo dice más que mil palabras.
• Reconoce que los niños, niñas y adolescentes son los sujetos gestores de su propio desarrollo.
• Ser un adulto seguro, firme y claro en el acompañamiento, para que los niños, niñas y adolescentes reconozcan y valoren la autoridad.
• Que tu crianza esté basada en la ternura
• Sean padres y madres que ejerzan la autoridad, pero nunca el autoritarismo
• Sean conscientes de su obligación de acompañar a niños, niñas y adolescentes fijando límites que favorezcan el autocontrol y la capacidad de transmitir sentimientos.
• Es importante que protejan a sus hijos e hijas, pero deben tener especial cuidado en la sobreprotección pues esta no permite desarrollar en las niñas, niños y adolescentes la capacidad de autonomía e independencia.
• Ten especial cuidado al sobre exigirle a tu hijo o hija, pues puedes generar sentimientos de frustración
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