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Solucionar conflictos: claves para una comunicación efectiva y una negociación exitosa

Los conflictos son algo habitual entre las personas, toda relación es susceptible de conflictos. Por lo tanto, son algo natural, que no tiene por qué ser negativo, los conflictos pueden dar lugar a soluciones creativas y contribuir a mejorar la interacción y la relación entre personas.

«La raíz de la mayoría de los conflictos escolares y familiares reside no en el conflicto en sí, sino en nuestra incapacidad para abordarlo».

Francisco Fernández, Pedagogo

Según un estudio reciente de la Universidad de Psicopedagogía de Barcelona, más del 60% de los conflictos en el aula podrían resolverse eficazmente con la implementación de estrategias de mediación adecuadas.

Es importante enseñar a los niños estrategias para solucionar conflictos para que puedan enfrentarse a ellos de manera positiva y mejoren sus interacciones sociales.

Este artículo tiene como objetivo proporcionar a padres y docentes herramientas y técnicas probadas para solucionar conflictos de manera efectiva, promoviendo un ambiente de entendimiento y respeto mutuo. Te invitamos a seguir leyendo para descubrir estrategias que transformarán los desafíos diarios en oportunidades para el crecimiento y aprendizaje conjunto. No te pierdas esta guía esencial para mejorar la convivencia y las relaciones entre los más jóvenes.

¿Qué es un conflicto?

Un conflicto es una situación en la que dos o más partes, con intereses, percepciones, opiniones o necesidades opuestas o divergentes, entran en confrontación, disputa o desacuerdo.

Esta situación puede surgir en diversos contextos, como personales, laborales, familiares, sociales o internacionales, y puede ser interna (dentro de una persona) o externa (entre individuos, grupos, organizaciones o países). Los conflictos pueden manifestarse de manera abierta a través de discusiones o luchas, o pueden ser internos y psicológicos, afectando a la salud emocional y mental de los involucrados.

Lo habitual es que el conflicto produzca sentimientos negativos como incomodidad, mal humor, impotencia, ansiedad, etc. Y puede provocar enfrentamientos, situaciones de discrepancia y tensión.

El conflicto por lo tanto suele ser valorado como algo negativo que tiende a evitarse. Pero un conflicto puede entenderse como una oportunidad de aprendizaje. Es una oportunidad para aprender habilidades sociales y competencias de negociación, de empatía, respeto, negociación, escucha y toma de decisiones, entre otras. además nos ofrece la oportunidad de aprender de ellos y de elaborar estrategias de solución en conjunto, cuando esto ocurre estaremos solucionándolo de forma constructiva y estrechando los vínculos afectivos con las demás partes implicadas.

Es muy importante que busquemos soluciones positivas a los conflictos que tengamos con los niños y niñas y al mismo tiempo que les enseñemos desde un primer momento a resolver conflictos de forma relajada y positiva, a través del diálogo, la comunicación y la comprensión, pero también sin ceder.

Si desde pequeños aprenden a solucionar conflictos, serán capaces de enfrentarse sin miedos a las futuras situaciones conflictivas sin imponerse y sin ceder, buscando soluciones y alternativas constructivas, de esta forma contribuimos tanto a su desarrollo, como a su bienestar y salud emocional, y en definitiva a su felicidad personal.



Tipos de conflictos que se pueden presentar en niños

Los niños, al estar en constante desarrollo y aprendizaje, experimentan diferentes tipos de conflictos. Algunos de los más comunes son:

1. Conflictos por recursos:

  • Juguetes: Cuando dos o más niños quieren el mismo juguete al mismo tiempo.

  • Turnos: Para jugar en un columpio, usar la computadora o hablar con un amigo.

  • Atención: De sus padres, profesores o cuidadores.

2. Conflictos por reglas:

  • Discusiones sobre las reglas del juego.

  • No estar de acuerdo con las normas de la casa o del colegio.

  • Cuestionar la autoridad de los adultos.

3. Conflictos por emociones:

  • Sentimientos de celos o envidia.

  • Discusiones por sentirse excluidos o discriminados.

  • Reacciones a burlas o comentarios inapropiados.

4. Conflictos por malentendidos:

  • Falta de comunicación clara.

  • Interpretaciones erróneas de las intenciones o palabras de los demás.

  • Dificultad para comprender las emociones de otros niños.

5. Conflictos físicos:

  • Empujones, golpes o peleas.

  • Juegos bruscos que pueden causar daño.

  • Agresiones como patadas, mordidas o arañazos.

Es importante recordar que los conflictos son una parte normal del desarrollo social de los niños. A través de ellos aprenden a resolver problemas, comunicarse de forma efectiva, negociar y desarrollar empatía.


La importancia de la comunicación en la resolución de conflictos

La comunicación es un pilar fundamental en la resolución de conflictos. De hecho, se considera una de las herramientas más poderosas para:

  • Comprender las diferentes perspectivas: La comunicación permite a las partes involucradas en un conflicto expresar sus necesidades, sentimientos e intereses.

  • Identificar el problema central: Al escuchar y hablar con los demás, podemos llegar a un entendimiento común del problema que genera el conflicto.

  • Encontrar soluciones creativas: La comunicación facilita el intercambio de ideas y la búsqueda de soluciones que beneficien a todas las partes.

  • Construir relaciones positivas: La comunicación efectiva puede ayudar a restaurar la confianza y el respeto entre las partes en conflicto.

Existen diferentes tipos de comunicación que pueden ser útiles para resolver conflictos:

  • Comunicación verbal: Hablar y escuchar de forma activa son las formas más básicas de comunicación verbal.

  • Comunicación no verbal: El lenguaje corporal, el tono de voz y las expresiones faciales también pueden transmitir información importante.

  • Comunicación escrita: Escribir cartas, correos electrónicos o mensajes puede ser útil para expresar ideas complejas o para llegar a un acuerdo formal.

Para que la comunicación sea efectiva en la resolución de conflictos, es importante:

  • Escuchar activamente: Prestar atención a lo que la otra persona está diciendo, sin interrumpir ni juzgar.

  • Ser respetuoso: Evitar los insultos, las amenazas y las descalificaciones personales.

  • Expresarse de forma clara y concisa: Comunicar sus ideas y sentimientos de forma que la otra persona pueda entenderlos.

  • Ser flexible: Estar dispuesto a ceder en algunos puntos para llegar a un acuerdo.

  • Ser paciente: La resolución de conflictos puede ser un proceso largo y complejo.

La comunicación efectiva es una habilidad que se puede aprender y desarrollar.

Al mejorar sus habilidades de comunicación, usted podrá:

  • Resolver los conflictos de forma más efectiva.

  • Construir relaciones más positivas.

  • Mejorar su calidad de vida.


Causas de los conflictos en niños

Los conflictos en niños son una parte normal del desarrollo social. A medida que aprenden a interactuar con otros, es natural que surjan desacuerdos y enfrentamientos.

Las causas de los conflictos en niños pueden ser diversas:

Factores individuales:

  • Falta de habilidades sociales: Dificultad para comunicarse de forma efectiva, expresar emociones o comprender las necesidades de los demás.

  • Baja autoestima: Sentimientos de inseguridad o inferioridad que pueden llevar a la agresividad o la victimización.

  • Dificultades para gestionar las emociones: Falta de control sobre la ira, la frustración o la tristeza, lo que puede desencadenar reacciones impulsivas o agresivas.

  • Necesidades especiales: Algunos niños con discapacidades o trastornos del desarrollo pueden tener dificultades para interactuar con otros, lo que puede aumentar el riesgo de conflictos.

Factores sociales:

  • Falta de supervisión: Cuando los niños no están siendo supervisados por adultos, es más probable que se peleen o discutan.

  • Estilos de crianza inadecuados: Los padres que son demasiado autoritarios o permisivos pueden crear un ambiente familiar conflictivo.

  • Bullying: El acoso escolar puede generar sentimientos de miedo, tristeza y baja autoestima, lo que puede aumentar la probabilidad de conflictos.

  • Presión de grupo: Los niños pueden verse influenciados por sus amigos para participar en comportamientos conflictivos.

Factores ambientales:

  • Entorno familiar conflictivo: Los niños que viven en hogares con violencia o discusiones frecuentes son más propensos a tener problemas para resolver conflictos de forma pacífica.

  • Competencia por recursos: La falta de juguetes, espacio o atención puede generar conflictos entre hermanos o amigos.

  • Estrés: Los cambios en la rutina familiar, el inicio de la escuela o eventos traumáticos pueden aumentar el estrés en los niños, lo que puede afectar su capacidad para manejar los conflictos de forma adecuada.

Es importante comprender que los conflictos no siempre tienen una única causa. A menudo, son el resultado de una combinación de factores individuales, sociales y ambientales.

3 Pasos para solucionar un conflicto en niños

Identificar el problema

  • ¿Qué está causando el conflicto?

Es fundamental comprender la raíz del problema. ¿Es por un juguete, un turno para jugar, o por un malentendido? Observar la situación y preguntar a los niños involucrados puede ayudar a identificar la causa del conflicto.

  • ¿Quiénes son las partes involucradas?

Identificar a los niños involucrados en el conflicto es esencial. Puede haber un solo niño o varios, y es importante tener en cuenta la edad, la personalidad y las relaciones entre ellos.

  • ¿Cuáles son sus intereses y necesidades?

Comprender las necesidades y deseos de cada niño es crucial para resolver el conflicto. ¿Qué quiere cada niño? ¿Qué les preocupa? ¿Cómo se sienten?

Comunicarse de manera efectiva

  • Escuchar activamente a las demás partes.

Es fundamental escuchar con atención a cada niño, sin interrumpir ni juzgar. Mostrar interés y empatía por sus sentimientos y necesidades.

  • Ayudar a expresar sus necesidades y sentimientos de manera clara y respetuosa.

Los niños deben aprender a expresar sus necesidades y sentimientos de forma clara y tranquila. Deben evitar culpar a los demás o usar un lenguaje agresivo.

  • Buscar puntos en común y generar soluciones creativas.

Ayudar a los niños a encontrar puntos en común y a pensar en soluciones creativas que satisfagan las necesidades de todos. Se pueden utilizar técnicas como la lluvia de ideas o la negociación.

Negociar y llegar a un acuerdo

  • Considerar las diferentes opciones y alternativas.

Es importante explorar todas las opciones posibles para llegar a un acuerdo. Se pueden proponer diferentes soluciones y evaluar sus pros y contras.

  • Buscar soluciones que beneficien a todas las partes.

El objetivo es encontrar una solución que sea justa y satisfaga las necesidades de todos los niños involucrados. Se pueden hacer concesiones y encontrar un equilibrio entre los intereses de las partes.

  • Ser flexible y estar dispuesto a ceder en algunos puntos.

La flexibilidad es clave para llegar a un acuerdo. Los niños deben estar dispuestos a ceder en algunos puntos para encontrar una solución que funcione para todos.

Consejos adicionales:

  • Mantener la calma: Es importante que los adultos se mantengan calmados durante el proceso de resolución del conflicto.

  • Ser imparcial: No tomar partido por ningún niño.

  • Ser paciente: Resolver un conflicto puede llevar tiempo.

  • Felicitar a los niños por sus esfuerzos: Reconocer y celebrar los logros de los niños en la resolución del conflicto.

Al seguir estos pasos y utilizar estos consejos, los adultos pueden ayudar a los niños a resolver conflictos de manera efectiva y desarrollar habilidades importantes para la vida.


10 Pautas eficaces para aprender a solucionar conflictos de forma positiva

Cómo lo que nos interesa es aprender cómo solucionar conflictos hemos creado diez pautas para que enseñéis a los niños cómo se deben resolver los conflictos familiares, entre amigos, etc

  1. Antes de nada, mantén la calma y mira el conflicto como una oportunidad de cambio y de diálogo con los niños y niñas.

  2. Identifica el conflicto con claridad y sin miedos, daremos nombre al conflicto sus causas y consecuencias.

  3. En este paso de identificación no olvides criticar o hablar del conflicto y no de la persona.

  4. Emplea la escucha, la empatía,  y el diálogo. No te centres en hablar tú y explicar tu punto de vista, ponte en el lugar del otro, escúchale y entiéndele.

    • Después explícale también tu punto de vista y cuando lo hagas emplea mensajes yo en lugar de mensajes tú, es decir no uses expresiones como “tú no piensas en los demás, tú eres malo, tú estás haciendo esto mal…” usa expresiones del tipo “yo estoy molesto por…, no me gusta….., cuando haces esto yo pienso que…y me siento….”

  5. Utiliza el sentido del humor y el pensamiento positivo. Si puedes emplea alguna broma para suavizar tensiones.

  6. No te lo tomes como algo personal, cuando hay un conflicto no es que el pequeño quiera molestarte a propósito, el tiene también sus opiniones y puntos de vista.

  7. Tomate tu tiempo, antes de hablar relájate. Si estás alterado, espera un tiempo para empezar a buscar soluciones.

  8. Mira el conflicto como una oportunidad especial, para el diálogo y la comunicación y para la búsqueda común de alternativas.

  9. Aprende a ceder y enseña a ceder también.

  10. Sirve de ejemplo al pequeño con todos los conflictos que te surjan, ya sea con ellos o con otras personas.

Resumen

  1. Escucha

  2. Mensajes YO en lugar de mensaje TÚ

  3. Busca alternativas consensuadas en conjunto con los niños y niñas

  4. Analiza las diferentes alternativas, con sus consecuencias. Si es el niño o niña el que tiene un conflicto con otra persona y te pide ayuda para solucionarlo, puedes escenificar con el pequeño las alternativas, ensayar con él el proceso

  5. Lleva a cabo la que consideres mejor para todos.

Conflictos en el colegio ¿Cómo solucionar conflictos en el aula?

El colegio funciona como una microsociedad, con sus reglas no escritas establecidas, su sistema de relaciones, vínculos e intereses. Los niños y niñas cuando van al colegio entran en un mundo particular, en una sociedad concreta en la que tendrán que desenvolverse lo mejor que puedan. Este núcleo social que constituye la escuela, les sirve de entrenamiento y aprendizaje social, constituyéndose como el medio y la red de situaciones donde van a desarrollar sus habilidades sociales.

Es fundamental para su bienestar emocional, que aprendan y desarrollen las estrategias que les permitan manejarse socialmente de forma adecuada. Estas habilidades van a contribuir a su bienestar actual y su éxito futuro como adultos.

La microsociedad que se forma en las aulas, no está libre de conflictos. Toda relación/es humana, implica la existencia de una serie de conflictos. Es muy importante que los pequeños aprendan a manejar los conflictos y a solucionarlos de manera exitosa. No podemos librarles de los mismos, y tampoco es bueno hacerlo, ya que tendrán que enfrentarse a ellos a lo largo de su vida.

El conflicto es inevitable, como parte del proceso de crecimiento y desarrollo de cualquier grupo social y de la persona. Los conflictos en el colegio, van a ser algo natural al grupo social que constituye el aula y al desarrollo de las personas que configuran dicho grupo social.


No debemos entenderlos como sinónimo de indisciplina, si no como un acontecimiento natural dentro de un proceso social, en el que se están desarrollando personas. Debemos aprovechar el conflicto como herramienta educadora que nos permita buscar alternativas, desarrollar el pensamiento creativo, la convivencia, y la búsqueda de soluciones enriquecedoras.

La capacidad de los niños y niñas para solucionar conflictos con éxito, de forma constructiva, va a ser clave para su éxito social y su bienestar personal

9 Consejos para enseñar a los niños a resolver conflictos en el aula

  • Desarrolla el pensamiento alternativo de los niños y niñas. Ayudándoles a imaginar el mayor número de soluciones para un conflicto. Para ello puedes ensayar con ejemplos de conflictos.

  • Favorece la educación emocional. Normalmente el conflicto surge porque nos implicamos emocionalmente, es importante dotar a los niños y niñas de inteligencia emocional que les permita gestionar sus estados emocionales y les proporcione habilidades sociales.

  • Enséñales la relación entre conducta y actitud y las diferentes actitudes y conductas que pueden tomar frente a un conflicto. Nos referimos a la forma de pensar ante un conflicto y la actitud que tomamos ante el mismo, lo que nos va a llevar a una conducta determinada.

  • Educa para la solución no violenta de los conflictos, a través del dialogo.

  • Muéstrales un guion de solución de conflictos del tipo:

    • Mi punto de vista:

      • calmarme para poder entender el conflicto.

      • Pensar lo que quiero

      • Expresar lo que quiero de forma asertiva para ser escuchado con atención.

    • Punto de vista de los demás.

      • Escuchar con atención a los otros implicados.

      • Reflexionar acerca de sus intereses.

    • Pensar, descubrir y crear alternativas buenas para todos.

  • Cuida la autoestima, para que tengan fuerza para defenderse, sin agresividad de los ataques y puedan expresar sus puntos de vista en los conflictos.

  • Desarrolla la empatía, la base para solucionar los conflictos se asienta en nuestra capacidad para pensar en los puntos de vista de los demás y no solo los propios.

  • Enséñales con tu ejemplo. Trata de solucionar tus conflictos con la comunicación y el dialogo, nunca con gritos o agresiones de cualquier tipo.

  • No les evites los conflictos, ni intervengas de forma directa en los mismos (a no ser que sea necesario). Sirve de guía para orientarles en la solución de los mismos.



  • Conclusión: Solucionar conflictos en niños: sembrando las semillas de la paz

    La infancia es un campo fértil para el aprendizaje. Entre juegos y risas, los niños también se enfrentan a los primeros conflictos, semillas de aprendizaje que, bien gestionadas, florecerán en habilidades sociales esenciales para la vida.

    En mi opinión, la resolución de conflictos no busca eliminarlos, sino convertirlos en oportunidades de crecimiento. Los niños que aprenden a dialogar, escuchar y negociar se convierten en adultos más resilientes, empáticos y capaces de construir relaciones positivas.

    Para padres y educadores, la clave está en ser guías y facilitadores. Ofrecer herramientas como la escucha activa, la comunicación efectiva y la empatía empodera a los niños para resolver sus propios conflictos de forma pacífica.

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