La autonomía infantil o en general en cualquier persona, implica ser capaz de hacer las cosas por uno mismo, por propia iniciativa, sin necesidad de una persona detrás de determinadas acciones.
Es fundamental prestar atención al desarrollo de la autonomía desde un primer momento, para inculcar unos principios y un modo de actuar, que lleve a los niños y niñas a crecer como personas con iniciativa, autonomía, con decisión y seguridad.
Este desarrollo se produce de forma secuencial y paulatina, es decir, no podemos dar completa autonomía en un primer momento, debemos desarrollar esta capacidad poco a poco. A medida que se logra autonomía en determinadas acciones se irá procurando fomentarla en otras más complejas.
Autonomía Infantil
La autonomía es la capacidad que permite que una persona actué siguiendo su criterio, con independencia de la opinión o juicio de otros.
En la edad de educación Infantil, debemos incidir en el desarrollo de la autonomía infantil en los siguientes aspectos: hábitos higiénicos, alimenticios y de actividad y descanso.
Adquirir autonomía en estos aspectos, es el primer paso en el camino para educarlos en responsabilidad. La adquisición de hábitos de higiene, alimentación y descanso, les hace ser responsables de sí mismos.
Es necesario desde un primer momento enseñar a los niños y niñas este valor tan importante si queremos que crezcan con criterio y con capacidad de afrontar sus obligaciones para lograr sus metas.
Beneficios del desarrollo de la autonomía infantil
Mejora la autoestima y la seguridad en sí mismo. La capacidad de hacer las cosas por uno mismo, es fundamental para vencer inseguridades y para cuidar la autoestima.
Les permite libertad. Si ellos son responsables de sí mismos, no necesitan un adulto pendiente de ellos, para desenvolverse en diferentes contextos.
Se crean hábitos que mantendrán en modo de proceder.
Entenderán que hay cosas que tienen que hacer por ellos mismos y por su bien.
Fomentamos el aprendizaje de las normas y la comprensión de las mismas.
Autonomía personal: Hábitos que podemos desarrollar según la edad del niño
Higiene
Entre los 2 y 4 años: utilizar el orinal, lavarse las manos y secárselas, pedir ayuda cuando tiene la nariz sucia, usar la papelera, controlar esfínteres, pedir que le cambien cuando está manchado, aprender cuando está limpio y sucio,
Entre los 3 y 6 años: limpiarse después de ir al baño, enjabonarse, enjuagarse y secarse, sonarse la nariz, cepillarse los dientes, taparse la boca al toser, dejar limpios los espacios de aseo, mantener limpios los espacios que se usan.
Alimentación:
Entre los 2 y 4 años: Comer solo con cuchara y con las manos. Pedir que le limpien cuando se manche la boca, beber agua solo,
Entre los 3 y 6 años: usar cuchillo y tenedor, limpiarse solo, ayudar a recoger los platos y a colocar la mesa.
Descanso:
Entre los 2 y 4 años:buscar símbolos para conciliar el sueño, dormir solo, despertar sin llorar, despedirse antes del sueño, ayudar a quitarse la ropa para dormir,
Entre los 3 y 6 años: entrar solo en la cama, estirar las sábanas, respetar el descanso de todos, aprender a arreglarse después del sueño, vestirse y desvestirse para dormir o despertar.
10 Consejos para enseñar a tu hijo a ser autónomo
Muéstrale las indicaciones para hacerlo, en un principio recuérdaselo y deja que lo hagan solos. Poco a poco dejamos de recordárselo.
Si lo hace mal, o tarda (puede demorarse en comer, por ejemplo), mantén la calma y deja que lo hagan solos.
Establece horarios y rutinas para determinadas tareas, como irse a la cama, lavarse las manos antes de comer, etc.
Emplea cuentos o dibujos, para explicarle como los personajes hacen los hábitos que queremos inculcar.
Aunque no lo haga bien del todo, al principio (por ejemplo al limpiarse), refuérzale con elogios. Lo importante es que coja el hábito, poco a poco irán haciéndolo mejor. Si le reñimos por hacerlo mal, le reforzamos de forma negativa.
A medida que van adquiriendo determinados hábitos de autonomía vamos inculcando nuevos hábitos.
Siempre deja que lo hagan solos, puedes mostrarles cómo hacerlo con un ejemplo, pero no lo hagas por ellos.
Puedes emplear canciones o algún tipo de símbolo que les indique lo que hay que hacer. Cuando suene la canción es momento de lavarse las manos, recoger la mesa, etc.
Ten en cuenta que cada niño sigue su propio ritmo, no tienen por qué hacer las mismas cosas en el mismo momento.
Sé paciente y comprensivo, adquirir los hábitos puede llevar su tiempo.
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