Cualquier profesional que tiene un equipo a su cargo debería tener
presente que está trabajando con personas, por ello su inteligencia social,
sus habilidades sociales y de comunicación, son de crucial importancia.
Estos líderes tienen que ser capaces de conseguir productividad a través
de su equipo.
Ser firme no significa que no podamos tener una relación cordial.
Un líder debe expresar su opinión de una forma asertiva defendiendo su
postura sin ofender a otros. A veces tendremos que hacer una crítica, o
decir ‘no’, o tal vez gestionar un conflicto. Es importante hacerlo de una
forma que cuidemos nuestra relación con los miembros de nuestro equipo.
¿Cómo aplicar las habilidades sociales en el liderazgo de nuestros
equipos?
1. Sonríe. Deberíamos practicar más la sonrisa. ¿Sabías que
simplemente el hecho de sonreír ayuda a que nos sintamos
mejor? También el hecho de sonreír a los demás hace que
recibamos de nuestros colaboradores una respuesta más
positiva. ¡Haz la prueba! La próxima vez que te dirijas a alguien
de tu equipo hazlo con una sonrisa, y fíjate en la respuesta de los
demás.
2. Escucha activa. Mientras hablas con tus colaboradores,
asegúrate de que estás completamente atento durante la
conversación, y dales tiempo suficiente para que expresen su
opinión. Al conversar con ellos, pon sus necesidades en primer
lugar. Cuando tu colaborador se siente escuchado, la calidad de
esa conversación mejora muchísimo, así como la relación líder-
colaborador.
3. Comunicar de forma asertiva. Es decir, defender nuestra
postura u opinión respetando a los demás y a la vez haciéndonos
respetar. Se puede aprender a hacer peticiones difíciles o a decir
‘no’ de forma que no se dañe nuestra relación con los demás y
que consigamos nuestros objetivos.
4. Dar y recibir críticas de forma constructiva. Es importante que
cuando demos feedback lo hagamos de forma que no se reciba
como un ataque. Corregir aquello que sea necesario dentro de
nuestros equipos se puede hacer sin crear malestar. En otras
ocasiones seremos nosotros los que recibamos la crítica, también
es algo que debemos aprender a gestionar adecuadamente.
5. Generar confianza. Sin confianza un equipo no puede funcionar
con eficacia. Un buen líder es una pieza fundamental en la
generación de confianza dentro de un equipo, y es fundamental
que esta exista para que haya cooperación entre cada uno de sus
miembros. Asegúrate de hacerlo.
6. Gestionar y prevenir conflictos. Siempre que hay un grupo de
personas trabajando juntas pueden surgir desencuentros. Por ello
es importantísimo, como líderes, tener la habilidad de gestionar
estas situaciones que a veces puedes ser realmente incómodas y
que obstaculizan el buen desempeño de un equipo. Habrá veces
que, aunque no formemos parte de un conflicto, nuestra
mediación puede ayudar a que la situación se resuelva de una
forma constructiva.
7. Empatía. Ser capaces de detectar las emociones de los demás
nos da una información muy valiosa que nos puede ayudar a
optimizar nuestra relación con nuestro equipo. Poder entender su
punto de vista, incluso cuando no lo compartamos, nos hace que
podamos conectar mejor con ellos y que se puedan establecer
diálogos mucho más constructivos.
8. Afronta los problemas de forma constructiva. Si hay
problemas relacionados con el trabajo con algunos de tus
colaboradores, habla abiertamente con ellos, diles cómo te
sientes y qué esperas que hagan. Se trata de
dar feedback constructivo y evitar que el problema se agrave o se
repita. Hay veces que, cuando nos dejamos llevar por reacciones
impulsivas, podemos tomar acciones de las que nos podamos
arrepentir después.
9. Inspira entusiasmo. Un optimismo inteligente va a ayudar a
generar pensamientos positivos que van a dar lugar a emociones
positivas que, a su vez, desencadenan unos determinados
comportamientos o acciones que darán determinados resultados.
De modo que vamos a tener muchas más probabilidades de tener
resultados positivos cuanto más positivo sea el pensamiento que
lo generó. Recuerda, las emociones se contagian, tanto las
buenas como las limitantes.
En el pasado las tareas se hacían imponiendo autoridad, actualmente
los líderes tienen que ser capaces de influenciar a su equipo.
Comments