La importancia del gateo para leer y escribir
- Maren Kids
- hace 3 días
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Pocas veces se piensa que un acto tan aparentemente simple como gatear pueda estar íntimamente ligado con algo tan complejo como leer y escribir. Sin embargo, la importancia del gateo para leer y escribir ha sido ampliamente estudiada por pedagogos, psicomotricistas y neuropsicólogos.
📈 Un dato revelador: según la Asociación Americana de Pediatría, los niños que han gateado al menos dos meses muestran mejores niveles de coordinación visual, equilibrio y concentración en la etapa de primaria. Esto no es casualidad. El gateo activa estructuras cerebrales esenciales para los procesos de aprendizaje, especialmente aquellos relacionados con el lenguaje escrito.
“El cuerpo aprende antes que la mente”, dicen muchos expertos en desarrollo infantil. Y en este sentido, el gateo es una especie de ensayo general donde el cuerpo entrena los sistemas que más adelante se usarán para leer, escribir, razonar e incluso mantener la atención.
🎯 Como madres, padres y docentes, debemos prestar atención a esta etapa. En este artículo exploraremos a fondo su relevancia, desmitificaremos creencias comunes y ofreceremos estrategias prácticas para estimular el desarrollo cuando el gateo no se ha producido de forma natural.
Más que moverse, es preparar el cerebro
¿Qué es el gateo y cuándo ocurre?
El gateo es una de las fases del desarrollo motor infantil que suele aparecer entre los 6 y 10 meses de vida. Aunque no todos los niños gatean de la misma forma ni en el mismo momento, esta etapa tiene una función clave: coordinar hemisferios cerebrales, mejorar la orientación espacial y fortalecer la musculatura necesaria para otras habilidades futuras.
💡La importancia del gateo: Aunque todos los tipos aportan cierto desarrollo motor, el gateo cruzado clásico es el más completo, ya que establece patrones de movimiento que luego se reflejan en habilidades académicas.
El gateo y el desarrollo cerebral
Gatear no solo entrena músculos: estimula el sistema nervioso central en su conjunto. Cada movimiento cruzado —mano derecha con rodilla izquierda, y viceversa— implica que los dos hemisferios cerebrales trabajen en conjunto, fortaleciendo el cuerpo calloso, la estructura que los conecta.
Esta conexión es fundamental para tareas como seguir líneas con los ojos al leer, copiar de la pizarrao escribir en un cuaderno sin perder la orientación espacial. La coordinación óculo-manual que se pone en marcha durante el gateo es, de hecho, la misma que el niño usará al escribir una frase o al pasar páginas de un libro.
Además, durante el gateo se desarrolla la lateralidad, es decir, la preferencia por un lado del cuerpo. Esta orientación es necesaria para establecer de forma clara la direccionalidad del lenguaje escrito, de izquierda a derecha, algo que no es innato y debe ser aprendido.
Relación directa entre gateo, lectura y escritura
Muchos niños con dificultades de aprendizaje presentan un patrón común: no gatearon o lo hicieron por muy poco tiempo. Esto puede parecer anecdótico, pero la relación es directa. Al no realizar el movimiento cruzado durante esta etapa, el cerebro pierde una oportunidad crucial para organizar los circuitos implicados en la visión binocular, el control motor fino y la coordinación visual.
Estas funciones son esenciales para la lectura fluida, donde los ojos deben moverse en línea recta, mantener la fijación y procesar simultáneamente letras y sonidos. En la escritura, lo mismo: el niño necesita alinear correctamente el lápiz, controlar la presión, y seguir un orden espacial coherente.
Numerosos estudios (como los de la Universidad de Granada y la Fundación Piaget) indican que los niños que no gatean correctamente tienen más probabilidades de presentar dislexia, disgrafía o disortografía. Esto no significa que el gateo sea una cura mágica, pero sí es una etapa de prevención potente.
Beneficios del gateo en el aprendizaje escolar
El gateo no solo prepara al niño para caminar, sino también para sentarse adecuadamente en clase, enfocar la vista en la pizarra, copiar, leer con atención y mantener la postura durante la escritura. Entre los beneficios más significativos encontramos:
Activación del sistema vestibular, que regula el equilibrio y la orientación.
Desarrollo del sistema propioceptivo, que informa al cerebro de la posición de los músculos.
Mejora de la postura y el tono muscular, fundamentales para sentarse correctamente sin fatiga.
Mayor concentración, ya que la coordinación bilateral obliga al cerebro a trabajar de forma integrada.
Todo esto repercute en el aula. Un niño que gateó bien tiene más posibilidades de mostrar buena motricidad fina, dominio del lápiz y mayor tolerancia a las tareas cognitivas prolongadas.
¿Qué pasa si un niño no gatea? ¿Hay solución?
La buena noticia es que sí se puede compensar la falta de gateo mediante ejercicios específicos. El cerebro tiene una gran plasticidad, sobre todo en los primeros años de vida, por lo que nunca es tarde para entrenar los circuitos necesarios.
Cuando un niño no ha gateado, conviene observar si muestra algunas señales como dificultad para mantener la atención, mala letra, desorientación espacial o cansancio al leer. En estos casos, introducir ejercicios de estimulación cruzada puede marcar una diferencia.
Algunas técnicas efectivas son:
Juegos de equilibrio sobre manos y pies.
Actividades de reptación en colchonetas.
Cruces de brazo y pierna al ritmo de una canción.
Dibujar grandes espirales en papel continuo con ambas manos.
Caminar como animales (oso, cangrejo, serpiente) en circuitos.
Estas actividades simulan el movimiento cruzado del gateo y ayudan a construir los puentes neurológicos necesarios para el aprendizaje.
Cómo estimular el gateo desde casa o el aula
Idealmente, el gateo debería ser estimulado desde que el bebé tiene unos 6 meses, cuando ya puede sostener su cabeza y explorar el entorno. Para ello, es fundamental que pase tiempo en el suelo, evitando el uso excesivo de andadores o sillas.
En casa, los padres pueden facilitar el gateo colocando juguetes atractivos un poco lejos del niño, sobre una alfombra segura, fomentando que se desplace por sí mismo. En el aula, los docentes de infantil pueden incluir actividades de psicomotricidad que impliquen movimiento en el suelo, juegos de túneles o circuitos de obstáculos.
¿Qué dicen los expertos sobre la IMPORTANCIA DEL GATEO y el aprendizaje?
La neuropsicóloga Sally Goddard Blythe, autora de estudios sobre neurodesarrollo infantil, afirma que “la omisión del gateo puede derivar en problemas de aprendizaje que no se manifestarán hasta la etapa escolar”.
También la Universidad de Boston, en un estudio publicado en Pediatrics, concluyó que los niños que gatearon de forma activa mostraron mejores puntuaciones en pruebas de atención visual sostenida y coordinación visomotora a los 7 años.
En España, pediatras como el Dr. Eduard Estivill insisten en no forzar a los niños a caminar antes de tiempo y respetar las etapas naturales del desarrollo, siendo el gateo una de las más fundamentales.
Resumen y consejos finales para padres y docentes
El gateo no es solo un paso hacia caminar, sino una oportunidad de oro para construir las bases del aprendizaje. Cuando se omite o se reduce, pueden aparecer dificultades que no se notan hasta primaria, como desorganización visual, problemas para escribir o baja concentración.
Por eso, tanto en casa como en el aula, es vital que fomentemos el juego en el suelo, el movimiento libre y las actividades que crucen la línea media del cuerpo. Observemos a cada niño con atención, sin forzar etapas, pero interviniendo cuando veamos señales de alerta.
Si hay dudas, siempre será útil consultar con un especialista en desarrollo infantil que pueda valorar si es necesario intervenir.
Preguntas frecuentes (FAQ): La importancia del gateo para la lectura y escritura
¿Es obligatorio que un niño gatee? No, pero es altamente recomendable por su impacto en el desarrollo neurológico.
¿Cuándo debe preocuparme si no gatea? Si a los 10-11 meses no se desplaza ni muestra interés, conviene consultar al pediatra.
¿Se puede enseñar a gatear a un niño que ya camina? Sí, mediante juegos de estimulación motriz y actividades cruzadas.
¿El gateo previene la dislexia? No la previene, pero ayuda a reducir factores de riesgo relacionados con la coordinación visual y motora.
¿Hay relación entre gateo y trastornos del desarrollo? Puede haberla, pero no es determinante. Es uno de muchos factores a observar.
¿Qué ejercicios ayudan a mejorar la coordinación motora? Movimientos cruzados, juegos con pelota, ejercicios de equilibrio y dibujo simétrico.
¿Los niños que no gatean pueden tener problemas escolares? Sí, aunque no todos. Pero la probabilidad es mayor si no se compensa a tiempo.
¿Cómo influye el gateo en la escritura? Favorece el control postural, la lateralidad y la coordinación mano-ojo, esenciales para escribir con fluidez.
📝 La importancia del gateo: El gateo es mucho más que una forma de desplazamiento: es una gimnasia cerebral, una herramienta de organización neurológica que deja una huella profunda en el desarrollo cognitivo. No respetar esta etapa puede tener efectos sutiles pero importantes en el aprendizaje futuro.
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