¿Tus hijos se encuentran en esa etapa en la que no sueltan su cobija o su juguete favorito?,¿te has preguntado qué hacer al respecto?, esta semana te explicaremos más a fondo acerca del objeto transicional, el cual es importantísimo para muchos de nuestros hijos.
La teoría de la transicionalidad fue desarrollada por un psicoanalista inglés el cuál a partir de observaciones a bebés empezó a notar que, entre el cuarto y doceavo mes, estos les daban mucha importancia a sus primeros objetos.
Así es que vio que los bebés utilizaban algún objeto para mediar su realidad interna y su realidad externa y así constituirse como personas.
El bebé es el dueño único de ese objeto, lo puede morder, chupar, aventar, romper, dormirse con él, etc., es decir estos objetos tienen la característica de poder ser poseídos y manipulados por el bebé, y a la vez la de ser capaces de conservar el olor de la madre u otras características particulares de ella mediante el objeto, así el bebé continuará estando cerca de mamá sin la necesidad de estar tan apegado a ella.
Este objeto será su primera posesión, y se convertirá en lo que lo vincule con el mundo exterior para comenzar a reconocerlo como algo real.
El objeto transicional es muy importante en el desarrollo de los niños y niñas ya que este les brindara seguridad en la ausencia de la madre, los padres deben respetar y cuidar de él, si es necesario y el bebé lo pide tenemos que acostumbrarnos a cargar con estos objetos cada que salgamos de casa, ya que este objeto se convertirá en parte de nuestros bebés y será muy necesario para dormir, relajarse, sentirse seguro, quitar su angustia, entre otras cosas.
Este objeto no debe ser lavado, modificado, cosido, etc. ya que si lo hacemos corremos el riesgo de quitar la esencia pura de este objeto.
Es cierto que está etapa no siempre se da, ni en todos los niños y niñas, ni en todas las culturas, ya que los estilos de crianza son distintos para todos.
Cuando esta etapa se desarrolla de manera normal los niños y niñas lograran abandonar este objeto, no existe una edad determinada y cada uno lo hace a su ritmo y etapas de maduración, sin embargo, cuando no se logra desprenderse de él y se continua hasta la adolescencia o adultez, estos presentaran cierta vulnerabilidad ante las situaciones problema y serán mucho más inseguros.
Si tienes dudas acerca de la etapa qué está enfrentando tu hijo o hija, lo mejor es que te acerques a un especialista, el cual te orientará en relación a la mejor manera de llevar esta etapa.
Y la recomendación de la semana es una breve charla entre especialistas que nos puede ayudar a ampliar el tema: https://youtu.be/OscQxMY0e-U
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