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Foto del escritorMaren Kids

¿Por qué nos cuesta dejar lo que nos hace daño?

Aprende a soltar en 6 pasos. Muchas veces nos aferramos a personas, cosas o situaciones por miedo a perderlas. Es tal el miedo, a estar sin ellas, que acumulamos sentimientos, creencias y emociones que tienen que ver con esas cosas que no estamos dispuestos a dejar ir. Tenemos miedo a cambiar, a dejar entrar lo nuevo porque ello puede significar soltar lo viejo. Por ejemplo, no puedo desprenderme de ese colgante que me regaló mi ex novio, al que tanto quería. O no puedo, cortar con mi pareja, porque si lo pierdo, me quedo sin nadie a mi lado. O no puedo soltar esa empresa, que me ha llevado tanto esfuerzo, porque sigo intentando remontarla a pesar de que sé que no hay nada que hacer.

¿ Por qué nos aferramos a las cosas y a las personas?

A menudo nos cuesta desprendernos de recuerdos, personas o situaciones que significaron mucho para nosotros. O que nos hicieron daño. O incluso que nos hicieron pasar buenos momentos pero ya no están en nuestra vida. Nos aferramos, para no sentir el dolor, el miedo, o la tristeza que nos da desprendernos de aquello, que ya fue o ya pasó en nuestras vidas.

Puede ser una época concreta, una persona,( no puedo vivir sin ti, te necesito… son algunas frases que escucho a menudo) un objeto o una situación. Y en su lugar, preferimos seguir viviendo en el pasado, con esas cajas de libros, o ese recuerdo de una pareja, o esa casa familiar de la que no podemos librarnos, porque aunque queramos es superior a nosotros. Estamos enganchados a «lo que pudo ser, y no fue» y sin quererlo seguimos atrapados en un círculo sin salida. Creamos una dependencia emocional, o mental que nos ata y no nos deja vivir.

Es curioso, porque no solo nos aferramos, a personas, a cosas o incluso a situaciones, sino que también nos quedamos enganchados con nuestros pensamientos, nuestras creencias fijas sin querer cambiarlas. La dependencia es como una droga, que crea adicción, cuanto más piensas, más quieres estar con esa persona o en ese lugar.


¿Cómo empiezo a soltar, y dejo ir mi pasado?

Para empezar a soltar, primero de todo, hay que empezar a aceptar y asimilar que las cosas fueron como fueron, y que no las podemos cambiar, aunque nos gustaría cambiarlas con todas nuestras fuerzas.

También hemos de empezar a admitir que aquello que queremos soltar, duele, hay una pérdida de algo que teníamos, y que ahora ya no vamos a tener. Soltar significa estar dispuestos a renunciar a algo. Por ejemplo, estar dispuestos a renunciar a ese sueño de esa empresa que habíamos empezado con toda la ilusión del mundo, pero que no funcionó. O aceptar que esa expareja quedó en el pasado, y ya no va a volver por mucho que eso duela.

Por tanto, es importante que atravesemos el dolor que nos produce el soltar aquel objeto, aquel pensamiento, persona o aquella emoción que tanto queríamos. Atravesar, quiere decir, permitirnos sentir ese dolor, o ese miedo, que sentimos, al decir adiós, a aquello que tanto tiempo hemos conservado con nosotros. Es decir, tenemos que hacer un duelo. Tenemos que despedirnos a través de una carta, un ritual, algo que nos sirva para cerrar el pasado y poder centrarnos en el presente.Desprenderse de una fuente de apego duele porque el organismo está habituado y ha creado un condicionamiento, pero es un dolor curativo. -Walter Riso –


6 pasos para empezar a soltar


1. Date cuenta de lo que te tiene enganchado

¿Cuál es tu adicción o tu droga emocional? ¿En quién no puedes dejar de pensar? ¿De qué forma te engancha? A menudo son más de una situación o personas de las que no nos podemos desprender.


2. Para tus pensamientos negativos

No dejes que tus pensamientos negativos entren en ti. Busca una palabra que te ayude a dejarlos fuera de tu cabeza. Por ejemplo, basta, hasta aquí, no más.


3. Escribe una carta con todo lo que te enfada o te duele

Expresa todo tu tristeza, tu dolor y tu rencor. Imagina que puedes comunicar todo aquello que no pudiste decir, y que te hubiera gustado. Que lo puedes decir todo sin censura. Despídete de la persona o situación. Prueba también de agradecer todo lo que te ha dado esa persona o situación pasada.


4. Lee la carta en voz alta

Imagina que tienes a la persona o la situación delante, si te es difícil, siempre puedes poner un cojín que represente esa persona o situación.Llora, patalea, grita si es necesario. Leela tantas veces como te sea necesario, hasta que sientas que la carta te libera, que ya no queda nada más por decir.


5. Quema o rompe la carta

Una vez hayas leído la carta en voz alta imaginando que tienes a la persona o situación delante, quema o rompe la carta según lo sientas. Lleva las cenizas o los restos, a un lugar especial para ti y entierralas. Termina de despedirte y marchate.


6. Disfruta de las pequeñas cosas

Deja tu pasado atrás y empieza a vivir. Búscate cosas nuevas que te gusten hacer. Por ejemplo, haz deporte, sal a pasear, encuentra un hobbie agradable, mira una película, lee novelas, etc.




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