Estamos acostumbrados a que nuestra mente vaya muy acelerada, saltando de un tema a otro sin parar. Ello nos lleva a estar acostumbrados al alto nivel de ansiedad y estrés que nos genera aunque no nos demos ni cuenta. Es como una mariposa que va de flor en flor. Primero salta al pasado, y recuerdas una conversación con un amigo. Después salta al futuro y planificas lo que tienes que comprar en el supermercado. Luego vuelves al pasado. Y así sin parar. La mariposa salta y salta pero pasa muy poco tiempo en cada una de ella muy poco tiempo habitamos en el presente, lo cual va generando un estado de ansiedad del que no nos damos cuenta.
Aquí te presentamos 4 ejercicios de Mindfulness
Detente de repente
En cualquier momento del día para un segundo deja lo que estés haciendo, incluso llega a contener la respiración y comienza a fijarte con detalle en lo que te rodea, en los sonidos internos y externos, observa lo que te rodea, los pensamientos que de abordan, tu postura corporal y pregúntate ¿Dónde estoy? ¿Tengo la mente dónde tengo el cuerpo? Este ejercicio puedes practicarlo varias veces al día, alrededor de unas 4, sería ideal, así conseguirás detenerte y conseguir reservar espacios periódicos para ser más conscientes del momento presente.
Inicia el día con conciencia
Cuando te despiertes por la mañana y te levantes, espera unos instantes sentado en la cama, en postura perpendicular.
Fíjate en las partes de tu cuerpo que están apoyadas sobre una superficie, comenzando por la plantas de los pies, nota como se asientan firmemente contra el suelo... Nota la parte posterior de los muslos... tal vez notando la cama... las caderas... y concéntrate por unos instantes en esa sensación de gravedad.
Sentir es opuesto al pensar, así que cuando nos centrarnos en las sensaciones corporales nos alejamos del plano mental, ayudando a desactivar la mente e incrementando el estado de consciencia y presencia, lo cual es una invitación a restablecer el equilibrio físico y emocional, reduciendo la ansiedad e incrementando el estado de presencia.
Hazte un SPA
En el día de hoy cuando aparezca una emoción intensa; enfado, miedo, inquietud, desasosiego….comprueba si la reconoces en la cabeza, estómago, pecho…y date un SPA.
Suelta…Dirígete a ese zona corporal e imagina que aplicas una toalla caliente sobre ella, al tiempo que le dices, suelta, suelta…”
Pon la mano en el corazón y dirígete a ti mismo como lo harías a un amigo o a tu hijo…”Diciéndote…: Paz”
Acepta la molestia. Abandona el deseo de que desaparezca. Permanece con ella sin luchar…
STOP
Durante el día de hoy, cuando te sientas tenso o alterado, disponte a realizar un momento
STOP
S: Stop, me detengo…
T: Tomo aire, respiro…
O: Observo…cuerpo, pensamiento, emociones…
P: Prosigo con lo que estaba, continúo desde la consciencia.
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